Hoy es uno de los mejores fines de semana del año footbalistico, porque aquí en España hemos cambiado la hora, pero en Estados Unidos no ocurre hasta la semana que viene, así que los partidos de la 1.00 PM allí aquí son a las 6.00 PM y no a las 7.00 PM, y igual con los de más tarde. Significa que puedo dormir más porque los partidos acaban antes. Y se agradece.
Donde no se si habrán cambiado la hora ya es en el Londres, y más concretamente en Wembley Stadium. Allí por tercer año consecutivo se jugara un partido de NFL, y este año enfrenta a los Buccaneers y a los Patriots. Es muy posible que llueva y recordemos que el césped de Wembley ya se embarro hace dos años en la visita de Dolphins y Giants. Veremos qué pasa.

Los 49ers visitan a los Texans, y volverá Frank Gore tras su ausencia por doble lesión de pie y tobillo. Veremos cuanta carga de trabajo tiene y cuanta su compañero Glenn Coffee, ante una defensa de los Texans que es muy blanda contra los RBs rivales. También se espera el debut de Michael Crabtree, el WR novato de los 49ers.
Los Vikings visitan la ciudad del acero, Pittsburgh, en un anticipado duelo de defensas donde el factor cambiante serán las actuaciones individuales de la gente del ataque, Adrian Peterson, Brett Favre, Ben Rothlisberger o Hines Ward. No se esperan un largo marcador pero si mucha tensión.
Los New York Jets y los Oakland Raiders vivirán la enésima reedición del historia Heidi’s Game, del que hablare algún día. Si os pica la curiosidad visitar Wikipedia. Los Jets vienen en descenso vertiginoso a la realidad de la NFL, donde la gloria es efímera si tu aliado es el factor sorpresa, y los Raiders inexplicablemente vienen en ascenso tras vencer a los Eagles. Pero siguen siendo los grises que no plateados Raiders.
Y acabando con esta previa tocamos el duelo entre los Cardinals y los Giants, donde se espera una temperatura baja ya que es el partido del domingo noche, y si se levanta viento como la semana pasada ocurrió con los Jets en el campo, será un día duro para unos Cardinals que en su casa, Phoenix, en octubre suelen tener unos envidiables 31 graditos. Kurt Warner se apaga con bajas temperaturas históricamente, sobre todo en materia de fumbles concedidos al rival, pero ya veremos que ocurre.
0 comentarios:
Publicar un comentario