08 junio 2010

Los europeos que revolucionaron el football

Hasta la recadad de los 60s en la NFL la posición de kicker no se definía por los estándares de ahora. Ahora los kickers, punters, long snappers y returnmen, son clasificados como los special teams players, o jugadores de equipos especiales. Si bien los retornadores suelen ser WRs, RBs o DBs, y los long snappers a veces también tienen un rol como jugadores de línea, los kickers y punters hace mucho que son posiciones exclusivas. Hasta principios de los 60s, todos los kickers y punters tenían otros roles. Los mejores kickers, actuales miembros del Hall of Fame, eran Lou Groza y George Blanda. Groza ejercía de offensive linemen y Blanda de QB, además de chutar el balón en field goals, extra points y kickoffs. También solía ocurrir que el kicker y el punter eran la misma persona, además de también jugar en otra posición.

El estilo de los kickers era lo que aquí llamamos coloquialmente “un punteron”. Se colocaban unos pasos detrás del balón en línea recta, y le daban con la punta de la bota. Su efectividad era un poco a cara cruz, de hecho la media de aciertos era del 50%. Pero no había nada mejor, así que era algo que se consideraba normal, hasta 1964, año en que un europeo llego a la NFL. Pete Gogolak nació en Budapest, Hungria, y como casi todo el mundo en Europa veía lo de pegar patadas a un balón como algo normal. En América cuando un niño queda con sus amigos en el barrio para echar un partidillo, coge el balón con la mano, mientras que en Europa lo normal es que le de patadas. El futbol en los 50s ya era de dominio público en todo el continente, y empezaban a asomar las competiciones continentales como ahora las conocemos.

Gogolak y su familia emigraron a America, donde Pete y su hermano Charlie se ganaron sus respectivas becas de estudios en el college, paso obligado, gracias a su prodigiosa pierna, y su innovador estilo. Fruto de esa herencia de lo que allí llaman soccer, los Gogolak usaban la una técnica similar a la que un jugador de futbol usa al lanzar una falta. Trazaban una diagonal con respecto al balón y chutaban con el empeine, en lo que se conoce como el “estilo soccer”. Pete llego a los Buffalo Bills de la AFL en 1964, porque un estilo que revolucionaria todo solo tenía cabida en la innovadora AFL. Allí logro 2 AFL Championship, antes de ir en 1966 a New York para jugar con los Giants. Ese mismo año su hermano Charlie llegaba a los Redskins, pero no eran los únicos. Garo Yepremian, un chipriota que también emigro a America, fichaba por los Lions, y en 1967 Jan Stenerud, un noruego, llegaba a Kansas City. Europa había invadido la posición de kicker en la NFL.

Pronto todo el mundo se dio cuenta de la gran efectividad de estos hombres y su nueva técnica. Frente al 50% de aciertos de Groza o Blanda, los Gogolak, Stenerud y Yepremian alcanzaban el 70%. Pero era una técnica que se iría perfeccionando, hasta alcanzar pronto los niveles de hoy en día. Además la confianza en los kickers hacia a los entrenadores tomar más riesgos con intentos de field goal mas largos. Los kickers cobraban protagonismo, y entre los fans empezaban a despertar un interés nuevo. Eran vistos como gente pequeña, nada comparados con los mastodontes que formaban los equipos en el resto de posiciones, pero su talento compensaba todo lo demás. Eso sí, no dejaban de ser gente extraña, incluso con problemas con el idioma. Encajar era algo que les costaría un tiempo.

Yepremian era sin duda el que por diversos motivos despertó más atención por parte del gran público. En sus dos años en Detroit coincidió con una leyenda de los Lions, y un actor de renombre en la tele americana, Alex Karras. Este popularizo a Yepremian cuando conto en el programa de Johnny Carson una anécdota del día que Yepremian chuto su primer extra point. En un partido que los Lions iban claramente perdiendo, anotaron un TD en los ultimos segundos, que no alteraba el signo del marcador. Pero Yepremian no pudo contener su alegría por su estreno, alegría en mitad de una derrota apabullante. Karras le pregunto a Yepremian que demonios estaba celebrando, a lo que este contesto “I keek a touchdown”, “he chutado un touchdown”. Entrañable.

La moda dejo de ser moda, y se convirtió en un estándar. Los americanos que querían ser kickers adoptaron el estilo que trajeron los europeos, y los que aun usaban el viejo estilo fueron desapareciendo de manera gradual. Pero siguió llegando gente del otro lado del océano, como Nick Lowery. Lowery era un muchacho de Munich, entonces Alemania Occidental, que llego en 1968 a Boston para probar con los Patriots. No cuajo y tuvo que esperar a 1970 para triunfar con los Chiefs, donde se convirtió en una superestrella. Ya en los 80s llegaron los que a día de hoy son los 2 líderes en número de FGs anotados, el danés Morten Andersen y el surafricano, pero de padre irlandés, Gary Anderson. Uno en New Orleans y otro en Pitsburgh, comenzaron sendas carreras que les llegarían a jugar hasta 2007 y 2002 respectivamente.

El concepto de kicker que tenemos hoy en día fue toda una revolución en su día. Si bien una pequeña revolución en una época de cambios, entre todas esas pequeñas revoluciones formaron lo que es actualmente el football. Y es curioso como aun se ven cosas que recuerdan a esos pioneros que llegaron de Europa. Sebastian Janikowski, el kicker de los Raiders, el mejor pagado de la NFL, es natural del suroeste de Polonia donde en su juventud llego a formar parte de la selección de futbol sub-17 de su país. 40 años después parece que el legado continúa.


 
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