Los Packers comenzaron con esperanza tras caer el año pasado ante los Cardinals en el primer partido de playoff, aquel duelo de altos marcadores. Pese a la derrota en Arizona dejaron buenas sensaciones, y un servidor les coloco en la Super Bowl en sus predicciones de agosto. Pasaron una offseason sin ninguna incorporación o baja importante salvo el DE Aaron Kampman, y un Draft basado en fortalecer las líneas defensiva y ofensiva.
La temporada comenzó con lesiones, y en sitios importantes. Los 4 primeros partidos se saldaron con solo una derrota, ante los Bears y por solo 3 puntos. En ese periodo se lesionaron el MLB Nick Barnett, el RT Mark Tauscher y el RB Ryan Clark. Pero lo gordo vendría en la week 5 ante los Redskins. El TE Jermichael Finley cayó lesionado para toda la temporada, y en la prórroga de un partido que acabarían perdiendo de 3, Aaron Rodgers sufrió una concussion.
Rodgers estuvo bajo observación toda al semana, y le fue permitido jugar la siguiente semana por los médicos, viendo que no había sido nada grave. Los Packers recibieron a los Dolphins en Lambeau, pero se vieron superados por segunda semana consecutiva por un FG en la prórroga, cayendo a un record de 3-3. Parecía que las lesiones y el estado de ánimo haría a los Packers bajar aun más, pero sin embargo eso fue un revulsivo. Encadenaron 5 victorias en 6 partidos, parando en seco a Jets, Cowboys y Vikings en dos ocasiones. Rookies como el TE Andrew Quarless, el RT Bryan Bulaga o el ROLB Frank Zombo ocuparon puestos de importancia en la alineación y dieron la cara. Parecía que el Draft discreto no era tan discreto a medio plazo.
En el partido ante los Lions en Detroit. En el primer cuarto Aaron Rodgers sufrió su segunda concussion del año, y el mazazo llevo al equipo a caer ante los Lions. Rodgers tuvo que sentarse en el siguiente partido, y se veía peligrar las opciones de los Packers en entrar en playoffs. Matt Flynn, el backup QB, fue titular ante los Patriots, y se esperaba una catástrofe. Pero Flynn resulto efectivo, si bien los Patriots ganaron. Ese fue otro revulsivo.
Ganaron los dos partidos restantes, el último ante los ya campeones de división Bears, acabando 10-6 y con un puesto de wild-card. Esperaba un camino de partidos de visitante si querían llegar a Dallas, y el primero en Philly. Pararon todo el efecto Michael Vick que se había generado y avanzaron al campo más difícil de la temporada. Hicieron añicos a la defensa de los Falcons y ganaron un viaje a Chicago, donde volvieron a derrotar a los Bears. Y el resto esta aun por escribirse.