La primera semana de junio vuelven a retomarse las negociaciones entre liga y jugadores para intentar salir del lockout. Supongo que aun sea esa su intención. La cosa es que si no se progresa en esa fecha, seguramente se demore otro mes una posible salida a la situación. Y me jugaría el pellejo a que en junio no se va a conseguir nada bueno. Si nos adentramos en julio con la casa sin barrer, nos podemos encontrar que si se siguen unos plazos lógicos podríamos salvar la temporada integra. En un mes se podría resolver la free agency y realizarse unos entrenamientos normales para los equipos. Incluso se podría salvar la pretemporada entera, que empezaría el domingo de agosto.
Pero si no se resuelve todo para los primero días de julio, entraríamos en una mecánica que cancelaria la pretemporada parcial o totalmente. Aquí se debería decidir si se salva algún partido de test, y si por hacer eso se debe cancelar algún partido oficial. Por si acaso la NFL ya ha creado un plan B, de cancelación de los 2 primeros partidos y paso del 3º partido al bye week de cada equipo. Si esto ocurriese el equilibrio de las temporadas se vería afectado, a algunos les resultaría beneficioso y a otros perjudicial, en potencia.
Entre los beneficiados están aquellos que en las dos primeras semanas se enfrentaban a dos bichos, o al menos a un superclase. Los Bears y Saints, quizás los más beneficiados, podrían evitar a Falcons y Packers respectivamente, más un duelo entre ellos. También en la NFC South, los Falcons podrían saltarse además de ese duelo con Saints mencionado, a los Eagles. Los Vikings se podrían librar de los Bucs y los Chargers, con viaje al Pacifico incluido. Otro viaje largo que podría evitarse un equipo sería el de los Panthers al desierto de Arizona, además de una visita de los campeones Packers.
Los Eagles tenían cita con Rams y Falcons, y aunque no son los mejores dan muchísima guerra, parecido al caso de los Lions que tienen a Bucs y Chiefs para iniciar el año. Esos Rams guerreros, que pintan bien, evitarían de darse la situación a Eagles y Giants. Y sobre duelos directos, hay en la primera semana un Steelers contra Ravens y en la segunda un Patriots contra Chargers.
Quienes tenían la rampa de salida cuesta abajo para coger carrera se pueden encontrar con que inician su vuelo en situación mucho peor. Los Cardinals tenían en planning a los Redskins y los Panthets, dos equipos a los que les falta una pata en la mesa. Los Raiders tienen a Bills y Broncos programados, aunque se libraría de dos viajes. En la AFC West también están perjudicados Chiefs, con Bills y Lions, y Broncos, con Raiders y Bengals. Los Texans en la primera semana se enfrentarían a los Colts, que con todos mis respetos, lo van a pasar fatal este año. Además de eso estaba en el programa un viaje a Miami. Los Browns tienen además de a los Colts a los Bengals.
En resumen, si queréis un par de nombres, Bears, Saints, Falcons ganarían puntos, y Cardinals y Broncos los perderían. Claro que si se abre la free agency y hay fichajes o traspasos bomba y algún equipo tapa bien sus grietas, esto cambia. Todo cambiaria, o no, o si. ¡Qué año para olvidar para la NFL!