Segunda parte de la previa de la ronda de wild card. Así a bote pronto parece que
en la NFC los duelos son de mayor
nivel, pero bueno nunca sabes que te deparara en materia de emoción el partido.
El sábado a las 2
de la madrugada hora española los Lions y los Saints saltaran al Superdome,
que por si no lo sabíais ahora se le conoce como Mercedes-Benz Superdome. Los Lions
pura dinamita, pueden ser muy peligrosos en estas situaciones de darlo todo o
quedarte sin nada, pero como los que están en frente son los Saints la tarea se hace ardua. Además
los Lions cuando han tenido uno de
esos partidos de poner 40 puntos en
el marcador siempre han concedido muchos puntos al rival. Y repito que ese
rival ahora son los Saints.
Los Saints antes
eran así, pero han evolucionado un poco y la defensa es capaz de hacer más contención.
Quizás el cambio se haya producido al ser la defensa más conservativa y apostar
menos por ir a por el turnover
arriesgando que se alargue la jugada del rival si fallaban en el intento de
robar el balón. Todo parece indicar que será un shootout, pero cuando todo parece una cosa en playoff luego es todo al revés. Veremos qué partido vemos y si las
grandes figuras de los dos equipos brillas con luz propia o se plantea un
partido más de bloque y equipo.
Y el domingo en el turno de tarde se jugara el que para mí
es el partido más igualado y más difícil de predecir. Y de momento es el partido
más calentado, pues entre la fama, ganada o no, de sucios de la OL de los Falcons y que Justin Tuck es el líder vocal de los Giants y no se calla fácil, ha ido
subiendo la temperatura. Pero mejor hablare solo del ámbito deportivo.
Los Giants
intentaran, jugando además en casa, controlar el reloj con juego de carrera y
pases cortos. Que Victor Cruz lleve
anotando dos jornada seguidas TDs de más
de 80 yardas no era parte del plan
inicial, ambos TDs eran pases cortos.
¡Y como ante Cowboys y Jets logro semejantes carreras tras la recepción?
Porque los Giants han aprendido a
neutralizar los blitzes múltiples
bastante bien. No es un secreto así que los Falcons deberían desistir en esto y llenar las trincheras con 7 o 8
jugadores y confiar en parar la carrera y si es un pase en que sus DBs no les fallen. Y por si les fallan
lo que debe hacer la otra parte del equipo es poner puntos en el marcador rápido
y pronto, así cuentan con un colchón. Y ahí entran en acción Roddy White y Julio Jones, que deben andar muy rápidos para que Matt Ryan pueda lanzar el balón antes
de que le presionen.
Ya solo queda un día y unas horas para el primer partid, el
de Bengals y Texans. Ir preparando las palomitas y la cerveza.