Esta es una historia de tiempos pasados. Lo que voy a
relatar no podría pasar en el football
de hoy en día. No con la cantidad de canales que hay hoy, de canales
especializados, de desdoblamientos de programación, de baremos de audiencia y
de dinero invertido en la NFL. Es la
historia de un trepidante final de partido que se perdió más de medio país. Es
la historia del Heidi Game.
Estamos en 1968.
Los partidos suelen durar menos de 2 horas y media, sin tanto tiempo muerto
forzado por la TV como ahora. Si,
ahora todos estamos pensando lo mismo al leer esto, que ojala volviesen los
partidos a durar media hora menos. Las cadenas de televisión le dedicaban entre
2 horas y media y 3 horas a los partidos en función de los condicionantes.
Los condicionantes hicieron que la NBC, que tenía entonces los derechos de la AFL, concediese 3 horas al partido entre Jets y Raiders en Oakland. Los equipos habían
desarrollado una gran rivalidad. Llevaban los 2 últimos años dándose de lo
lindo en sus duelos, y aquí de lo lindo significa una mandíbula rota de Joe Namath en 1967 entre otras cosas. Así que en 1968 los Jets querían
ganar a los Raiders para sacarlos de
la lucha por entrar en el partido por el título de la AFL, que fue lo que a la inversa paso el año anterior, el de la mandíbula
de Namath. ¿Como no dar a este
partido 3 horas de TV nacional?
La NBC se frotaba
las manos. La cadena había colocado en la parrilla televisiva para después del
partido una película de producción propia sobre Heidi, la niña de los Alpes
Suizos que todos conocemos de sobra. Se esperaba que para esa tarde-noche
de noviembre todo el mundo estuviese pegado a la NBC. El partido en Oakland
arranca a la 1.00 hora local, 4.00 en la costa este. Heidi empezaría a
las 7.00 en cada hora local. Así que
en la costa este Heidi venia seguida del partido, pero no en la costa oeste.
Pero el partido iba a salir largo. Fruto de esa mala sangre
que había entre los Jets y Raiders, se acumularon hasta 19 penalties
entre ambos y hubo que atender a varios lesionados. Además salió un partido
aéreo, con 71 pases intentados entre Joe Namath y Daryle Lamonica, y de altos marcadores, con sus correspondientes
pausas comerciales. Pausas comerciales en las que se seguía publicitando la
película de Heidi. A 15 minutos de la
hora prevista para la emisión de la película todo el mundo se había dado cuenta
de que el partido no acabaría a tiempo. Se desata el pánico.
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¿Una remontada en 65 segundos? Cosas mas raras se han visto... |
Los teléfonos echan humo. Explotan fusibles y todo,
literalmente. La NBC decide que si
bien Heidi tenía a medio país
esperando a la chica suiza, el otro medio estaba disfrutando del mejor partido
del año. La decisión tomada fue deslizar la programación en función del
partido, pinchando la película en cuanto el partido hubiese muerto, quedase el
tiempo que quedase.
Así que con 1:05
restante y tras un FG de los Jets que dejaba el marcador 32-29 se decidió desconectar al partido
de la programación de la costa este. ¿Solo 3
puntos de ventaja y 1 minuto de football? Si hubiesen tenido una máquina
del tiempo y hubiesen visto algún partido de las últimas temporadas hubiesen
flipado. Así que Heidi y su abuelo salieron
a escena con el Matterhorn de fondo.
En Oakland, en
esos 65 segundos de reloj dio tiempo
a que los Raiders anotasen 1 TD, los Jets comenzasen su último drive
en el que perderían el balón, y los Raiders
anotasen otro TD. 32-43 y final de partido. Desde Oakland se estaba llamando a New York para informar de la situación
pero maldita casualidad que las líneas estaban saturadas. Desde entonces hay
una línea directa entre estadios y salas de control, conocida como los Heidi Phones.
Mientras la costa oeste ha visto un final absolutamente loco,
los fans de Jets en sus casas ven la
película pensando que su equipo había ganado. En la NBC por fin se enteran de lo sucedido, cuando se reparan los
fusibles de los teléfonos reventados y se liberan las líneas. Las caras
debieron ser para verlas. Deciden pasar un escueto rotulo por debajo de la
película con el resultado final. Y como el mundo tiene sentido del humor, decide
hacer coincidir eso con el momento en el que Clarita se pone a caminar. Épico.
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Clarita vence a la parálisis, Raiders vencen a Jets |
Os podéis imaginar que cambios se produjeron en los broadcastings de acontecimientos
deportivos, para prevenir cosas similares. De hecho la NFL cuando absorbió a la AFL
aprovecho para rescribir las clausulas de los contratos televisivos,
asegurándose absoluta prioridad. Hoy en día esto no pasaría, y es por eso que
esta historia es de las mejores que salpimientan este mundillo de la NFL. Épica.