Enhorabuena a aquellos que estuviesen ayer el Londres (y a los que viesen el partido
por Yahoo, experiencia piloto que
parece haberse saldado de manera satisfactoria), los dioses del football se apiadaron de vosotros. Tras
que Jaguars masacrasen a Bills con 27 puntos en tan solo 8
minutos al inicio del segundo cuarto, el partido parecía muerto. Y así fue
hasta a 5 mins del final, cuando el
destino decidió compensar a los que habían hecho el esfuerzo, y Bills se pusieron por delante con un pick-6, ante la caraja absoluta de Jaguars que ya duraba un par de horas.
Eso sí, Blake Bortles no quiso ser
el objetivo de burlas pan-oceánicas y soluciono el problema en el siguiente
drive. Jaguars ganan, Bills luchan, todos contentos.
Y así empezó, a las 2:30
PM hora peninsular, una jornada de domingo donde vimos fuegos artificiales
en varios sitios. Como ese pedazo de último drive de Redskins en el disputado partido contra Buccaneers, y la posterior celebración-reivindicación de Kirk Cousins al entrar al vestuario. O
como los 41 puntos de Dolphins en la primera mitad de su
duelo ante Texans. 41 puntos,
por 0 de un equipo sin espíritu, a quien
además se le ha lesionado Arian Foster
para todo el año. O fuegos como los del rookie
Amari Cooper en la victoria clara (pese
al maquillado marcador) de Raiders a
Chargers en San Diego, ante cada vez menos y menos público.
¿Os dais cuenta como, en un párrafo dedicado a grandes
actuaciones, acabo cerrando con un hundimiento como el de la relación San Diego-Chargers? En el mundo del deporte atraen, en general, más las
debacles que otra cosa. La cabra tira al monte, y te fijas menos en los fuegos
artificiales cuando uno que exploto mal ha prendido fuego al jardín, o a la
casa entera. Como los Cowboys, que tienen un incendio, saben que los bomberos
(sus lesionados) llegaran, pero hasta entonces no les queda más que ver el
mundo arder. Matt Cassel no fue mejor
que Brandon Weeden, y todas las
esperanzas de un plan conservador que se ajuste a los QBs de reemplazo saltan por los aires con las INTs. Y así, pues no ganas a Giants,
ni a casi nadie.
A Lions el fuego
ya les ha devorado medio estadio. Y el principal culpable es un ataque que este
domingo jugo solo el primer cuarto, luego no fue capaz de generar nada,
absolutamente nada. Los Vikings
hicieron lo que quisieron con los Lions
en Detroit, sin tampoco ser
demasiado brillantes. Bueno, el rookie
Steffon Diggs sí que está empezando
a brillar. Por cierto, dudo de que Matthew
Stafford acabe la temporada entero si sigue este ritmo de sacks recibidos (7 ayer).
Pero para pira funeraria, la temporada de
Colts, siendo el último leño la derrota
merecidísima en casa ante
Saints. Qué
bueno, podrá ser salvada por que siguen siendo mejores que el resto de equipos
de
AFC South. Pero vamos, tienen un
problema gordo de cojones. Tan gordo que ya ha engullido al equipo entero, y se
hace difícil intentar encontrar la raíz de la mala hierba. ¿El
playcalling? Cuestionable ¿
Luck? Irreconocible. ¿La defensa? De
broma.
Ayer solo vimos a 2
de los invictos (los otros 3 estaban
de vacaciones), y tuvimos pleno. Aunque ninguno lo tuvo fácil. El ataque de Panthers tuvo bastantes más problemas
que en jornadas anteriores, y unos Eagles
con bastantes problemas ellos también, dieron guerra hasta el final. Pese al
partidazo de Jonathan Stewart (en su
línea), Cam Newton se mostró más
inseguro, en las opciones de pase y se comió 3 INTs. Pero la defensa llevo a Panthers a buen puerto. Y en Foxboro,
varios fallos en defensa (errores de cobertura mayormente) y en ataque (los drops, los drops, los drops) casi le
juegan una mala pasada a los Patriots
ante unos Jets que dieron mucha
guerra. Pero aquí están estos 5, aun
parte de este grupo de los invictos.
Nunca hubo tantos invictos a estas alturas. A ver quién es
el último en caer.