Cada poco tiempo sale una noticia que rescata a Johnny Manziel a las portadas de los portales de deportes. No hace falta retroceder mucho para localizar el patrón. Basta con acudir a la ultima.
Esta información ultima es la de que varios amigos y allegados de Manziel empiezan a temer por su vida. O mejor dicho, empiezan a temer mucho por su vida. Porque ese tren de pensamientos ya salio de la estación hace mucho. Desde el momento en que aterrizo en el football profesional exactamente.
Desde que los Browns le dieron pasaporte, el chico ha visto a su agente tirar la toalla con el (a saber como estaba esa toalla gracias al propio agente), a pasado por varios calabozos cada vez que tenia una pelea publica con su pareja sentimental, ha sido acusado de destruir una casa donde estaba montando una fiestecilla, y ha visto a los pocos patrocinadores que le quedaban irse. Ahora mismo Manziel se encuentra en paradero desconocido salvo para unos pocos.
En su mente seguro que aun sueña con que los Cowboys le rescatan montados en un corcel blanco. Pero su mente, y seguramente su físico, distan ya mucho de los de un QB. Y el castillo en el que se encuentra recluido tiene un candado de los gordos, y la llave solo la tiene el. La diferencia entre que el tenga aun esa llave, o la haya tirado por el váter, no implica que pueda volver a ser un jugador profesional o no. Implica que no pase a ser un reo en una penitenciaria estatal. Y si sigue así, puede que pase a implicar no morir de un paro cardíaco provocado por un cóctel de sustancias.
Es una senda conocida. Por otros jugadores de college que triunfaron, y se vieron rodeados de todo lo que podía desear un chico con una personalidad dispersa, a los 20 años. Digo dispersa, pero entender por ello un personalidad propensa a las adicciones, inestable, infantil, etc.
Todo esto, en el caso de Johnny, agravado por el lugar en el mapa. Una comunidad que vive por y para la Texas A&M, como es College Station, Texas. Y agravado por todos los focos de todos los medios de comunicación posados a la vez en el primer redshirt Heisman de la historia del galardón. La nueva sensación, brillante como la mayor estrella. ¡Eres Johnny Football!
Casos hay miles, en este sistema capaz de formar a un joven que no tendría una oportunidad de no ser por el deporte, y capaz de depredar a un chico joven si no esta preparado para ello. Este sistema capaz de lo mejor y lo peor, llamado NCAA. El caso de Manziel ha alcanzado tan magnitud porque ha alcanzado al deporte profesional, y por eso es mas notorio. Por eso, y porque la combinación de factores a desatado la tormenta perfecta claro. Algo que quizás no veíamos desde Ryan Leaf, quien se ha convertido en el ultimo en dar su opinión sobre el chico.
Leaf ha dicho que ver a Manziel es ver al espejo en el que se miraba cuando hace 15 años fue desterrado de la NFL. Cuando sus problemas con el abuso de sustancias se disparo, lo que le acabaría llevando a delinquir, y a acabar en prisión. Algo que perfectamente puede ser lo que le depare el futuro a Manziel si sigue así. Similitudes entre dos jugadores que fueron una sensación en sus universidades, que probaron las mieles económicas del football profesional, y que fracasaron estrepitosamente porque no estaban preparados para ello mentalmente.
Ojala el chico vuelva a ser una persona. No un jugador, una persona.
1 comentarios:
Mal aconsejados, muy mimados y alejados totalmente de la realidad, juguetes rotos de los que todos se aprovechan y nadie ayuda. Tendremos que seguir viendo historias así en este y en otros deportes tan mediáticos y en los que se mueve mucho dinero con chavales tan jóvenes e inmaduros.
A ver si este tiene más suerte que otros que también pasaron por la misma senda y se perdieron en el camino.
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