Los Raiders se mudan a Las Vegas. Es un movimiento que se finalizara en 2019, ya que las dos próximas temporadas seguirán jugando en el Coliseum de Alameda. pero el desembarco del equipo en el estado de Nevada ya ha comenzado. Ya había comenzado un poquito, pues el interés de la franquicia por la mudanza era tan grande, tan palpable, que incluso cuando aparecieron piedras en el camino, no había dudas en que las cosas acabarían saliendo. Y así ha sido.
No me refiero a nada que tenga que ver con el mundo de las apuestas, pues ese muro que había entre la NFL y el estado de Nevada, era de papel. Lo dije ya en esta casa cuando se oyó pro primera vez el binomio Las Vegas Raiders. Ese muro de papel se derribaría en el momento en que un plan solido fuese presentado. La NFL consideraba el juego un asunto sobre el que no le apetecía discutir sin necesidad. Pero por supuesto tenia un plan en caso de que Las Vegas fuese una realidad, y ese plan es el que vemos y el que veremos de aquí en adelante.
Las piedras en el camino de las que hablo, fue la casi destrucción de todo el proyecto presentado en origen y que a la NFL le había entrado bien por los ojos. Fue la quita de su aportación al presupuesto del estadio de Las Vegas Sands (los de Eurovegas, bien conocidos en España). Eso fue en enero, y a los pocos días fue Goldman Sachs (¡coño!, otros jinetes de la infamia bien conocidos) quien retiro la financiación. Había finca donde construir, había autorización por parte de la ciudad, había infografías para aburrir, pero la pasta voló.
En estos últimos dos meses, los intentos de tapar esos huecos han sido conocidos. Por parte de la familia Davis, y por parte de una NFL que sabia que ya no se podía parar esto, puesto que la ciudad de Oakland no tenia un plan para retener al equipo, y ni un duro en el banco. Esos intentos tenían a un interlocutor en la cabeza de la lista, Bank of America, una entidad de confianza de la NFL. Miel sobre hojuelas, pues este plan de financiación salvaba así una figura bastante controvertida, como es la de Sheldon Adelson, el dueño de Las Vegas Sands. Lo que me hace pensar que la propia NFL fue la que le dijo al oído a alguien hace unos meses que lo querían fuera del proyecto.
Como ya he dicho, habrá que esperar a 2019 (2020 si algo se tuerce) para que la NFL llegue a Las Vegas. Aunque siempre queda la posibilidad de jugar partidos de pretemporada en el añejo Sam Boyd Stadium.
Su nuevo hogar sera un dome aun por nombrar, en el extremo sur del South Strip, justo detrás del Mandala Bay. Espectacular va a ser la puesta en escena, eso no hay duda. Ya veremos si la NFL se anima a hacer una Super Bowl en Nevada. Una cosa es que borrasen la norma no escrita que separaba a la liga del estado de Nevada, otra cosa que el evento que mas apuestas genera en el año, se haga en la capital mundial del juego.
¿Que queda detrás? Pues una ciudad que ya perdió al equipo una vez tras llevar 2 décadas en la ciudad donde nació, que lo volvió a recupero en 1995, y que ahora lo vuelve a perder. La NFL es un negocio, y esa ciudad lo sabe casi mejor que ninguna (con St. Louis, que ha perdido a dos equipos en 30 años). Lamentablemente esta es la tercera ciudad que pierde a su equipo en los últimos 14 meses. Las ciudades de la NFL no son ajenas a la crisis global, y no todas tienen dinero para hacer frente a las necesidades y/o caprichos de los dueños de los equipo acerca de sus instalaciones. Y a los chantajes.
Oakland, ciudad industrial, lleva años bordeando la bancarrota. Puede que su postura, y su perdida, sean buenas a largo plazo para la NFL, Las espiral dew gasto en infraestructuras debe parar, Y la NFL no puede decir que pobrecitas ciudades (como ahora, como con San Diego, etc.), y mientras alimentar esa espiral loca. Veremos.
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